Mastropiero
En el corazón del casco antiguo de Cáceres se encuentra Mastropiero, un bar de copas y restaurante que fusiona gastronomía, ambiente y diseño. El rediseño de su web buscó capturar esa experiencia: un espacio con carácter, animaciones fluidas, y una estructura que pone en valor tanto los ambientes como la carta – entradas, vinos, cócteles – de forma interactiva.
Un proyecto en el que el desarrollo técnico converge con el estilo y la atmósfera de Mastropiero para crear una plataforma digital viva, coherente y diferenciadora.
Un ambiente que se vive también en la web
El rediseño de la web de Mastropiero buscó trasladar la esencia del local a su versión digital: un espacio vibrante, moderno y con personalidad. Cada sección está pensada para reflejar la experiencia del bar y restaurante, desde su carta hasta sus ambientes, creando una conexión real entre el espacio físico y su identidad online.


Cartas interactivas, experiencia dinámica
El desarrollo incluyó un sistema de cartas interactivas que permite explorar de forma fluida las distintas categorías: comidas, vinos, cócteles y entrantes. Esta funcionalidad ofrece una navegación atractiva y moderna, manteniendo una estructura limpia y totalmente editable por el equipo del restaurante.
Espacios con ritmo propio
La web integra galerías interactivas que muestran los diferentes ambientes del local, cada uno acompañado por su propia lista de reproducción de Spotify. De esta forma, el usuario no solo ve los espacios: los siente. Una forma original de reflejar el carácter único de Mastropiero y reforzar la experiencia sensorial incluso antes de visitarlo.
Dos versiones de un mismo lugar
La web incorpora un modo claro y oscuro que refleja las dos facetas de Mastropiero: el ambiente relajado del día y la energía vibrante de la noche. Al cambiar de modo, la experiencia visual se transforma igual que lo hace el local cuando cae el sol: cambian los colores, la atmósfera y hasta la carta. Una forma de mostrar, desde el propio diseño, que Mastropiero no es solo un espacio, sino dos experiencias complementarias.


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